Leonardo Torres Quevedo es un personaje fascinante del que ya hemos hablado en alguna ocasión. A pesar de no ser muy conocido hoy en día, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se convirtió en una autoridad a nivel mundial en los campos de la aeronaútica o el control automático e inventos como el Telekino y El Ajedrecista se convirtieron en referentes del control a distancia y la inteligencia artificial respectivamente. En su prolífica carrera podemos encontrar otros trabajos que también lo situaron como precursor de unos dispositivos que, hoy en día, podemos encontrar en muchas de las mochilas de los estudiantes de medio mundo o en más de una mesa de oficina, Leonardo Torres Quevedo desarrolló un dispositivo conocido como Aritmómetro electromecánico que, hoy en día, está reconocido como la primera calculadora digital de la historia . Si bien las sistemas de cálculo han estado presentes desde, prácticamente, el siglo XVII con el Ábaco de Napier o la Pascalina pero, realmente, no encontraríamos una explosión en este campo hasta el siglo XIX con la aparición de integradores y multiplicadores o, en 1822, la presentación por parte de Charles Babbage de su diseño Máquina Diferencial orientada a la resolución de cálculos complejos. A mediados del siglo XIX, la resolución de ecuaciones diferenciales y polinimonios era uno de los mayores problemas de los ingenieros de la época y, precisamente, para dar soporte a estos problemas, muchos ingenieros trabajaron en el diseño de sistemas mecánicos que facilitasen este tipo de cálculos.
En 1893, Torres Quevedo presentó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales un estudio sobre máquinas algebraicas , presentando su visión en este campo, algunos diseños y las posibilidades de la aplicación de estas máquinas en el campo de la Ingeniería. El estudio de Torres Quevedo suscitó un gran interés entre la comunidad científica española y se publicaron algunos artículos hablando de sus estudios y solicitando una subvención para esta línea de trabajo. Al año siguiente llegó la primera implementación real de los estudios de Torres Quevedo, la Máquina Algebraica, un sistema electromecánico financiado por la Real Academia de Ciencia (que aún se conserva en el Museo Torres Quevedo de la Universidad Politécnica de Madrid) destinado a la resolución de polinomios
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Aportado en Twitter por @patolarrain Pato Larraín